En un segundo todo puede suceder.

El Domingo pasado, estuve en una situación muy difícil.

Sufrí un accidente, iba solo, tengo un pequeño rasguño, por lo demás el vehículo no ha sufrido grandes daños, aunque los sufrió y yo me encuentre bien.

No había escrito nada al respecto porque antes debía pensar bien como sucedieron las cosas.

Sin muchos detalles les podría contar lo sucedido, perdí el control del vehículo al caer en un “hoyo” de la carretera y entrar a una curva, choque contra una “empalizada” y termine impactando contra un árbol, el vehículo quedo en una zanja de la carretera y una de sus gomas se explotó, todo esto en segundos.

No piensas en nada cuando el vehículo comienza a dar vueltas, solo tratas de controlar la situación, solo esperas que todo termine rápido. Luego de esto si piensas, lo haces porque no todos los días estamos accidentándonos por doquier, calculas los daños que tienes, los del vehículo, lo de hace un segundo, el momento, las personas que ni conoces y están allí tratando de ayudarte, los amigos que llegan a rescatarte, tus familiares.

Los humanos somos criaturas tan débiles, tan indefensas, pues en aquel momento me sentía totalmente desnudo. Ya no había mas arte, ni familia tampoco amigos y mucho menos esa coraza que nos ponemos al creer que somos fuertes.

En un segundo todo puede suceder, en un segundo puedes estar despierto y al otro estar muerto. Porque a la mayoría de las personas no les importa morir, sino como lo harán, cuanto han de sufrir o cuanto dejaran de disfrutar.

No les aseguro que esto cambiara mi vida, no voy a entrar a una religión por esto, tampoco daré gracias a una divinidad por “salvarme”o tenerme vivo, porque si las divinidades son las que disponen, entonces no vale de mucho que agradezca.

Tan solo les diré esto; hagan cuanto puedan, apuren sus proyectos pero háganlos bien, porque después de todo solo somos mortales y su trabajo es lo que quedará inmortalizado, lo único palpable después de nuestras muertes será esa memoria que marcaste en las mentes y los corazones de los demás.

Estuve solo, pero doy gracias a mis amigos y a mi padre, a mi hermano por estar ahí.

Gracias a todos los que se preocuparon por mi y los que me escucharon cuando lo necesite.

Un abrazo a todos,

Hasta Siempre!

Joan Espino